El síndrome metabólico es uno de los mayores problemas de salud pública de nuestro tiempo. La Federación Internacional de Diabetes (FID) cree que este conjunto de factores está impulsando las epidemias paralelas mundiales de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Las personas con síndrome metabólico tienen un riesgo tres veces mayor de sufrir un infarto de miocardio o un derrame cerebral .

Conozca sus síntomas y tratamiento

¿Qué es el síndrome metabólico?

El síndrome metabólico es una serie de signos (factores de riesgo metabólicos) que nos hablan del aumento de posibilidades de presentar una enfermedad cardiaca, un derrame cerebral o diabetes (azúcar alta).

Las personas con síndrome metabólico tienen una combinación de los siguientes factores de riesgo:

  • Obesidad central, es decir, un exceso de grasa en la zona abdominal.
  • Diabetes o dificultad para digerir un tipo de azúcar denominado “glucosa” (intolerancia a la glucosa).
  • Niveles elevados de triglicéridos y niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”) en la sangre.
  • Presión arterial alta (hipertensión arterial).

Los pacientes con síndrome metabólico tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque cardiaco o una enfermedad arterial coronaria.

Causas del síndrome metabólico

No se sabe con exactitud cual es la causa del síndrome metabólico, pero sí se conocen una serie de factores que nos permiten diagnosticar esta patología e incluyen componentes genéticos (es decir, que se transmite en los genes de una familia, de una generación a la siguiente), el exceso de grasa (de predominio alrededor de la cintura) y la inactividad física, es decir, la falta de ejercicio. Estos factores hacen que se presenten alteraciones tales como: obesidad, aumento de la tensión arterial, alteración de las grasas del cuerpo especialmente del colesterol y los triglicéridos que son tipos de grasas que van por la sangre, y aumento del azúcar en la sangre. El desarrollo de estos factores genera diabetes, hipertensión arterial, alteración de la absorción de la insulina, que es una hormona que permite manejar los niveles del azúcar en la sangre al ser captada por los tejidos, de tal forma que para considerar que una persona tiene síndrome metabólico debe tener uno de los siguientes factores principales: alteración de la regulación de la glucosa (azúcar en la sangre) y resistencia a la insulina, y al menos dos de los otros factores que componen el síndrome metabólico; es decir:

  • hipertensión arterial,
  • dislipidemia (aumento de los niveles de grasa en la sangre),
  • obesidad
  • microalbuminemia, que consiste en una falla del riñón que permite la salida de proteínas por la orina, lo cual es anormal.
  • Cuando hay mucha insulina en la corriente sanguínea se aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardiaco, porque la insulina:

a) Eleva los niveles de triglicéridos.

b) Reduce los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”).

c) Eleva los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL o “colesterol malo”).

d) Hace más difícil que el organismo elimine las grasas de la sangre después de comer.

e) Eleva la presión arterial.

f) Aumenta la capacidad de coagulación de la sangre.

¿Cuales son los signos del síndrome metabólico?

Los pacientes con síndrome metabólico no presentan ningún síntoma. Pero hay signos que pueden indicar a los médicos un diagnóstico de síndrome metabólico.

Los médicos buscarán una conjunción de lo siguiente

  • Obesidad central, es decir, un exceso de grasa en la zona abdominal.
  • Difcultad para digerir un tipo de azúcar denominado “glucosa” (intolerancia a la glucosa). Los pacientes con síndrome metabólico generalmente tienen hiperinsulinemia o diabetes tipo 2.
  • Niveles elevados de lipoproteínas de baja densidad (LDL o “colesterol malo”) y triglicéridos en la sangre.
  • Niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”) en la sangre.
  • Presión arterial alta (hipertensión arterial)

¿Cómo se diagnostica el síndrome metabólico?

Los médicos pueden revisar los niveles de colesterol HDL y triglicéridos, la presión arterial y el peso corporal, que son signos de advertencia del síndrome metabólico. También pueden realizarse análisis de sangre para medir los niveles de glucosa e insulina en la sangre.

¿Cómo Tratar el Síndrome Metabólico?

La mejor forma de comenzar a manejar esta condición es aumentando la actividad física y bajando de peso.

De vital importancia es la reducción de la obesidad central mediante la práctica de ejercicio, si bien se recomienda que el deporte a practicar sea de leve a moderado (andar, correr, bicicleta, gimnasia, natación,  etc…)

Procurar caminar aproximadamente 20 minutos al día, reducir las horas de sentarse frente al televisor, mantener un orden horario, una rutina en las comidas, eliminar el tabaco y los excitantes, y por supuesto, mantener una actitud positiva ante la vida.

En cuanto a la dieta, se trata de reducir las calorías consumidas de forma gradual, y en general de evitar ciertos alimentos, especialmente las grasas y la carbohidratos simples a favor de otros más sanos como las verduras,  el pan integral, las legumbres, los frutos secos, aquellos ricos en ácidos grasos tipo omega 3, el consumo de ajo, y en cuanto a bebidas aparte del agua, dar importancia a infusiones relajantes tipo manzanilla, hepáticas como el diente de león o digestivas.  Si a esto le sumamos una reducción en el consumo de azúcar  al sustituirlo por otros edulcorantes  naturales , nuestro organismo

Tratamiento Farmacológico

Es importante consultar a un médico, alimentación sana y ejercicio. Hay muchos suplementos que han demostrado tener un efecto positivo en la Resistencia a la Insulina como el Cromo, Vanadio, Zinc y Magnesio. El Cromo aumenta la tolerancia a la glucosa de manera que la acción de la insulina mejora. El magnesio puede regular el azúcar en la sangre y mantenerla a niveles normales. El vanadio transporta azúcares a las células, controla los niveles de azúcar en la sangre y promueve la sensibilidad a la insulina. El Zinc estabiliza el azúcar en la sangre.

GYMNEMA SYLVESTRE

(Extracto de la hoja )

Mejora el funcionamiento y el rendimiento de las células beta que sintetizan insulina en el páncreas, también ejerce una función regeneradora pancreática y regula el metabolismo de la glucosa, por ello está indicada en la diabetes tipo II no insulino dependiente y en la hiperglucemia

ÁCIDO ALFA LIPOICO

Es el principal antioxidante para combatir el síndrome metabólico, ayuda a reciclar otros antioxidantes como la Vitamina E y C.

Protege de la oxidación del colesterol LDL y mejora la resistencia a la insulina, propiciando la liberación de energía de las calorías de los alimentos.

OMEGA3

Disminuye la presión sanguínea, reduce las alteraciones vasculares y  tiene un efecto reductor del colesterol en sangre, amortigua el estrés oxidativo y ejerce una acción y ayuda a incrementar el HDL colesterol (colesterol bueno).

COENZIMA Q10 O UBIQUINOL

Como antioxidante de los lípidos, reduce el riesgo de aterosclerosis y la viscosidad de la sangre.Sintetiza ATP por fosforilación oxidativa y esta energía es utilizada por el corazón para el bombeo y circulación eficaz del sistema cardiovascular.

FASEOLAMINA

Es una glicoproteína extraída del frejol blanco, es un inhibidor específico de la enzima alfa-amilase, inhibiendo la absorción de carbohidratos.

CARNOSINA  L-CARNITINA

Mejora las complicaciones de la glicacion

Referencias

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Paul Zimmet, George Alberti, Jonathan Shaw Nueva Definicion Mundial de la FID  DEL Síndrome Metabólico, argumentos y resultadosDra. Mariela Edith López, Dra. Mirna Alicia Sosa, Dr. Nelson Paulo María Labrousse SINDROME METABOLICO

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