El tratamiento pre-concepción tiene como objetivo identificar y modificar los factores de riesgo tanto médicos como sociales con el fin de mejorar las condiciones para concebir un hijo saludable y tener un embarazo sano y feliz tanto para la madre como para el hijo.
Por lo general, cuando la mujer descubre que está embarazada el embrión ya está formado; al tener un retraso menstrual, ella irá hacerse unos análisis para confirmar su embarazo, generalmente cuando está de cuatro a seis semanas de embarazo. En ese momento la estructura corporal ya está formada en un milímetro de tamaño. Si el objetivo es prevenir enfermedades, ayudar en la formación embrionaria y tener hijos más saludables, la actuación terapéutica debe iniciarse antes de la gestación.
La infertilidad o dificultad de embarazarse es la nueva epidemia moderna que está directamente relacionada con la toxicidad ambiental y de metales pesados.
Haciendo una desintoxicación o eliminación de los metales pesados (quelación) antes del embarazo puede ayudar a facilitar la fecundación. Las parejas antes de gastar grandes cantidades de dinero con métodos de fertilización in vitro deberían primero hacer su parte: prepararse corporal y mentalmente para concebir un nuevo ser.