Efectos positivos de larga duración

De acuerdo con la ciencia moderna, la salud del intestino es de donde se origina casi 70% del sistema inmune. Los probióticos no son solo importantes para el tracto digestivo sino para el sistema inmune, y la interrelación de la salud intestinal con la salud general física y psíquica.

En el embarazo, los temas relacionados con la digestión se convierten rápidamente en un tema de preocupación, el incremento de la carga hormonal, fatiga,  estrés, alteran el equilibrio sano de las bacterias benéficas del intestino ralentizando el intestino conllevando a menudo al estreñimiento, indigestión, náuseas y vómitos. Los probióticos son grandes aliados en la regulación de la motilidad intestinal, absorción de nutrientes, control de colesterol, estimulación de la maduración de a células del sistema inmune.

Consumir probióticos en el embarazo reduce el riesgo de diabetes gestacional y obesidad, mejorando principalmente la absorción de nutrientes presentes en carbohidratos, que en el embarazo es más lento.  Además reduce el riesgo de preeclamsia, constipación y dificultad de bajar de peso en el postparto.  Estudios recientes muestran que la administración correcta de probióticos desde el primer mes de embarazo reduce también los riesgos de que el bebé nazca con sobrepeso y sea un niño obeso.  Además para el bebé, los beneficios de un intestino materno saludable está relacionado con menores probabilidades de alergias, rinitis, otitis, eczema y dermatitis atópica en la infancia.

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